Si lo niegas, perder la salvación, pero si tratas de entender, usted pierde su cabeza!
Luciano Rogerio de Souza
La Biblia enseña que Dios es uno, y además él no hay Dios. Sin embargo, la unidad divina es una unidad compuesta de tres personas distintas que son divinas y Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Espíritu Santo. No son tres dioses (politeísmo), sino tres personas en un solo Dios. Aquí está uno de los misterios de Dios.Usar la razón para entender la Trinidad es desaconsejable. Creen que es más conveniente para entender por qué muchas otras preguntas acerca de Dios sólo cuando estamos en la eternidad.Las tres personas divinas de la Trinidad son co-eternas e iguales. Cooperar y trabajar juntos sobre todo en la salvación del hombre.Err son los que piensan que hay una jerarquía en la Trinidad, la superioridad de las tres personas. Algunos dicen que Dios el Padre es más poderoso que Dios el Hijo y Dios el Espíritu. Los tres tienen el mismo poder, porque es el mismo Dios, pero en tres personas distintas.La evidencia de la existencia de la Trinidad en la Biblia: el bautismo de Jesús (. Mateo 3 16.17); instrucción a la Gran Comisión (Mateo 28:19), y en la bendición apostólica (2 Corintios 13:13).
La Trinidad palabra no está en la Biblia. Pero el concepto, la doctrina es clara, evidente en la Escritura. Esta verdad sobre las tres personas divinas de la Trinidad ganó el título por Tertuliano, el famoso escritor de la iglesia del siglo tercero. Aunque no está en la Biblia la palabra Trinidad es bíblica, sin embargo, el fundamento de esta doctrina, presentar las enseñanzas dictadas por Jesús Cristo y sus apóstoles.Según Tertuliano, el Dios en el que creen los cristianos es una sustancia y tres personas, y por sustancia se refirió a la existencia ontológica fundamental que hace que una cosa sea lo que es, y la identidad de las personas mencionadas acción que proporciona una calidad de ser distinto.Es verdad que esta doctrina era mucho más clara en el Nuevo Testamento, aunque la evidencia de que en el Antiguo Testamento en diversas expresiones utilizadas por el Señor mismo, como: "Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza" (Génesis 1:26). El verbo plural (do) y también en el pronombre plural (nuestra) ya prevé que esta verdad fue revelada plenamente en el Nuevo Testamento.
Esta doctrina fue parte del credo de la Iglesia primitiva: Dios es uno, y que el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios. El uso de la palabra singular "nombre", en referencia a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo indica una unidad en la Trinidad de Dios. "Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mt 28:19).Otra evidencia que apoya la doctrina de la Trinidad es la semántica misma de la lengua griega, que se utilizó para grabar el Nuevo Testamento (mensaje de Cristo). El idioma griego es muy expresivo. Hay términos distintos para un tema o concepto. Por ejemplo, el lenguaje que hay dos términos que se utilizan con el concepto de "otros". Hay heteros (έτέρως) que significa "totalmente diferente". Hay otro término, allos (αλλoς), que significa "otro de la misma esencia", y esto fue (allos) usado por Jesús en Juan 14:16: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro (allos = la esencia misma) Consolador, para que esté con vosotros para siempre. " Jesús dijo que Él era siempre igual al Padre (Juan 10:30, 17:11) y el texto objeto de examen también confirmó que el Espíritu Santo es igual a Él y el PadreEsta doctrina enseñada por la Iglesia de Cristo fue confirmado por el Concilio de Nicea (381), que rezaba así: "Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y que el Padre y el Hijo es adorado y glorificado; que habló por los profetas. "Así que las palabras de Agustín, el teólogo de la iglesia del siglo V, son coherentes: "Si lo niegas, perder la salvación, pero si tratas de entender, perderá la cabeza".
Amor Imposible
Luciano Rogerio de Souza
En algún lugar del pasado, algo raro sucedió. Por el lado de las llanuras de Mesopotamia.Era la historia de una paloma y un pez de colores. Cerca de un lago que existió allí, era un árbol. Todos los días, al mediodía, las horas de calor intenso, una paloma se basaba en las ramas que se enfríe.Un día estaba la paloma es refrescante, casi dormitando. cuando de repente se sorprendió. Hola ¿cómo estás? ¿Eres refrescante? La paloma respondió cortésmente - Estoy bien ... El pez de colores insistido en el diálogo - Me doy cuenta de que cada día vienen a refrescarse! Argumentó - El sol es muy caliente en estos días del año!Con el tiempo la amistad y la intimidad de peces de colores con paloma aumentado. Hola a mi pequeño amigo cómo son las cosas aquí? De inmediato se dijo - Es todo bien, bajo control!Y el tiempo fue pasando, pasando ... Las conversaciones entre ellos eran más largos. Con la sensación de que estaba creciendo entre ellos. Se enamoraron! Comenzaron los votos de amor, fidelidad de voto, etc. Una paloma que estaba sentado en ese árbol sólo al mediodía, empezó a ir cuatro veces al día a ese lugar. Además intensificando sus sentimientos.Al poco tiempo, así que los dos tomar una decisión radical. Vamos a vivir juntos, no puedo estar lejos de ti - dijo el pez de colores - También ahora no puedo quedarme mucho tiempo sin verte - argumentó la paloma.Después de que la decisión se tomó a la realidad: donde los dos viven juntos? En el lago la paloma no podía sobrevivir, sin duda, se ahogan. El pez de colores a partir de algo también no iba a sobrevivir, después de unos minutos iba a morir.A través de este cuento, está bien definida la situación de los cristianos y el amor del mundo. El cristiano ama al mundo, no pertenecen a la iglesia o vivir en la Iglesia de Cristo. Seguramente morir espiritualmente y se alejó de la iglesia. El mundo tampoco puede sobrevivir dentro de un creyente fiel. Este amor es inhabitable. -No améis al mundo ni lo que hay en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre (1 Jn 2, 15-17.)..
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